Trabajaron más de 30 horas para controlar un incendio que arrasó 800 hectáreas.
Las altas temperaturas y la sequía extrema en la provincia de Corrientes continúan generando focos de incendios que ponen en alerta a las comunidades rurales. En las últimas horas, los bomberos voluntarios del cuartel de Saladas debieron trasladarse a la localidad de Mantilla, donde trabajaron alrededor de 30 horas ininterrumpidas para combatir un incendio de gran magnitud que consumió aproximadamente 800 hectáreas de forestación y pastizales.
El esfuerzo de los bomberos saladeños fue clave para contener el avance del fuego en una jornada agotadora, donde las condiciones climáticas no dieron tregua. Ante la gravedad de la situación, desde las redes sociales del cuartel hicieron un llamado urgente a la responsabilidad ciudadana:
“Rogamos a toda la población que tome conciencia de los grandes incendios que está sufriendo la provincia. Somos seres humanos y también nos cansamos”, expresaron en un mensaje cargado de preocupación y agotamiento.
El peligro de incendios sigue latente en toda la provincia. Las altas temperaturas y la sequía extrema hacen que cualquier descuido pueda desatar una tragedia ambiental. Por ello, desde el cuartel saladeño pidieron expresamente evitar las quemas y redoblar las medidas de prevención.
Los bomberos voluntarios, con su entrega incansable, vuelven a demostrar que son los verdaderos héroes de cada emergencia. Sin embargo, su trabajo necesita del compromiso de todos para evitar nuevos focos de incendio en un contexto crítico para Corrientes.