La Justicia brasileña resuelve si detiene a los sospechosos del crimen de Ariel Malvino

La jueza de Garopaba que recibirá hoy la causa, tras la finalización de la feria judicial, deberá decidir en 48 horas si hace lugar al pedido de detención de la fiscalía. Los acusados por la muerte de Ariel son los jóvenes correntinos Eduardo Braun Billinghurst, Andrés Gallino y Horacio Pozo (h).
La Justicia de la ciudad brasileña de Garopaba resolverá entre hoy y el miércoles si ordena la detención de tres jóvenes correntinos por la muerte de Ariel Malvino, el joven que falleció a golpes mientras veraneaba en enero pasado tras una pelea en el balneario de Ferrugem. La jueza de Garopaba Elianne Alfredo Cardoso recibirá este lunes la causa, tras la finalización de la feria judicial por fin de año, y en 48 horas deberá resolver si hace lugar a la acusación que la fiscalía formuló contra Eduardo Braun Billinghurst, Andrés Gallino y Horacio Pozo (h), lo que podría derivar en sus detenciones. Juan Carlos Gacía Dietze, abogado de la familia de la víctima explicó a Télam que si la jueza hace lugar a la imputación que impulsó la fiscalía, deberá fijar una fecha para que los sospechosos se presenten a prestar declaración indagatoria y hasta podría solicitar que sean detenidos. La magistrada recibirá hoy el acta en la que el fiscal Fabio Fernández de Oliveira Lyrio imputó a los tres jóvenes correntinos por la muerte ocurrida el 19 de enero pasado en Ferrugem, donde la víctima pasaba sus vacaciones con amigos. Oliveria Lyrio acusó el 20 de diciembre pasado a Gallino y a Pozo del delito de "lesión corporal seguida de muerte" y a Eduardo Braun Billinghurst, de "tentativa de homicidio agravado por el estado de indefensión de la víctima". "En base a la prueba que ya consta en la casua, no tengo dudas de que la jueza apoyará la acusación y cotinuaraá con el proceso criminal. Sería irracional que así no fuera", opinó el abogado que representa a los Malvino. El letrado señaló que al hacer lugar a la acsuación del fiscal, la jueza deberá luego fijar una fecha para que los sospechosos se presenten a prestar declaración indagatoria. "La magistrada puede entender que para que ello suceda no hace falta ordenar la detención de los imputados. Pero si los cita a declarar y no se presentan deberá pedir la captura internacional ante Interpol", explicó García Dietze, quien aclaró que el fiscal ya pidió la "prisión preventiva" de los sospechosos. García Dietze precisó que una vez que se lleven a cabo las indagatorias, según el código procesal brasileño, la defensa tiene los tres días siguientes a la diligencia para presentar pruebas. "El fiscal ya presentó la suya y porpuso a una decena de testigos", añadió el letrado. Por su parte, los voceros de la justicia de Brasil explicaron que es la jueza Cardoso quien debe resolver la acusación correspondiente y si el fiscal no está de acuerdo puede recurrir al procurador del estado de Santa Catarina. Si decide acusar por homicidio, la jueza deberá convocar al "Jury" a los efectos de someter a los acusados a juicio, pero si es por "lesión corporal seguida de muerte" -como propuso el fiscal en dos casos-, es la propia jueza la que determina la pena que puede variar entre 4 y 12 años de prisión, explicaron las fuentes. Si la acusación es por homicidio y el "Jury" los encuentra culpables, las penas oscilan entre los 12 y los 30 años de prisión y, en ese caso, la jueza sólo realiza una "justipreciación" de la condena en base a los elementos aportados por el jurado en su veredicto. Ariel Malvino murió el 19 de enero de este año cuando veraneaba con amigos en las playas de Ferrugem, Brasil, y fue atacado a golpes primero de puño y luego con un piedrazo cuando estaba tendido en el suelo. De acuerdo a los testigos, Gallino y Pozo golpearon a Malvino, mientras que Braun Billinghurst le arrojó una piedra sobre el cuerpo cuando el joven estaba tendido con convulsiones. Otros cuatro amigos de los imputados también fueron investigados en relación al hecho y hasta tuvieron que responder en febrero del año pasado un cuestionario enviado por los investigadores brasileños al justicia federal de Corrientes. Las respuestas a estas preguntas fueron luego remitidas a Brasil donde recién en octubre pasado se tradujeron esas declaraciones al portugués.