Pablo Estévez: "Estamos pitando mucho más de lo que nos dice FIBA"

El juez más importante del básquetbol argentino, habla de todo con Clarín.com. Reconoce errores y acepta las críticas que recibe el arbitraje, "siempre que vengan de buena manera y sin la camiseta puesta", pero aclara: "Si pitáramos de la manera en que tenemos que pitar, ¿sabes que sería nuestra liga? Un combate cuerpo a cuerpo".
"El gran problema es la defensa del hombre sin balón. Está costando salir de las cortinas, está costando poner las cortinas, está todo muy trabado". El análisis de Sergio Hernández, un entrenador que precisamente no se caracteriza por presionar a los árbitros, refleja la disconformidad que reina en la Liga Nacional por los arbitrajes. Pablo Estévez, el juez más importante del país, acepta la charla con Clarín.com y habla de todo: reconoce errores, asegura que "hay cosas por corregir" y sorprende diciendo que están pitando "muchas más faltas de lo que dice FIBA".

-¿Cómo reciben las críticas? ¿Crees que son justas?
-Las críticas, siempre que vengan de buena manera y que sean sin la camiseta puesta, son buenas. Nuestro trabajo está expuesto a eso. Creo que tendríamos que ayudar todos un poquito. A veces hacen daño cuando te tildan de algo que no sos. Porque yo no soy ladrón ni mala persona. Lo que hago, quizás, es equivocarme en mi trabajo y lo acepto porque es uno de los riesgos que corro al ser árbitro. El básquet es un deporte tan dinámico, de tantos contactos, que es imposible no equivocarse. Queremos, lógicamente, que sea cada vez menos.

-¿Crees que son errores de concepto o puntuales?
-No, de concepto no. Todos los que entramos a la cancha sabemos lo que hacemos. Y también tenemos claro el concepto de ventaja o desventaja sobre los contactos. Nuestro juego es tan dinámico que la regla de juego nos dice que los árbitros somos los encargados de determinar cuáles son los contactos que inciden en el juego para recién ahí cobrar una falta. Ojalá mucha gente tuviera la oportunidad de ver los videos que nos manda FIBA para saber de qué manera tenemos que pitar. Si pitáramos de la manera en que tenemos que pitar, ¿sabes que sería nuestra liga? Un combate cuerpo a cuerpo. Entonces, estamos pitando mucho más de lo que nos dice FIBA, y es algo lógico que sea así, porque esta Liga es muy larga y se juega duro hasta el último segundo.

-Te traslado al partido inaugural entre Atenas y Quimsa, que vos dirigiste. Yo estuve en la cancha ese día y desde afuera me pareció que se le cometieron muchas faltas a Román González que no fueron cobradas. ¿Qué análisis haces de aquel partido? ¿No era el momento de sentar un precedente?
-Román es un jugador al que todos quieren marcar porque es goleador, de gran talla y muy peligroso. Atenas, además, corría con el tema de que salió a marcarlo un juvenil (Pablo Orlietti). No sé si hemos permitido o no cosas. Pero si recuerdo de ese partido que dejamos jugar demasiado en el poste bajo. Ves, ahí cometimos un error. Quizás tendríamos que haber manejado el partido de otra manera, haber estado más encima de esas faltas, a lo mejor, con más sanciones, que era una de las recomendaciones que nos había dado la escuela. Tal vez de esa manera hubiéramos marcado una tendencia.

-¿Se debe jugar con tres árbitros?
-Es un deseo personal. El juego está cada vez más dinámico y ágil y por momentos puede ser más violento. Entonces hay zonas que tenemos descuidadas, por qué no. Además el jugador se sentiría más seguro y controlado. Todas las ligas vienen arbitrando con tres jueces porque el juego así lo necesita.

-¿Se sienten respaldados por los dirigentes habiendo tantas críticas de por medio?
-Sí, tanto por la parte dirigencial como en la parte técnica y en la parte disciplinaria. Las críticas son consideraciones de lo que sucede en el juego. Y se soluciona estando más encima del que se equivoca. Necesitamos que constantemente no estén diciendo que es lo que está mal. Porque cuanto menos nos equivoquemos, mejor va a ser el juego.

-¿Cómo ves al arbitraje en relación a cuando arrancaste a dirigir?
-Fue mutando, como el juego. Te puedo decir que muchos de los árbitros de aquella época hoy no podrían arbitrar en la Liga, no porque no sepan, sino por el estado físico. Antes el juego era más lento, se corría menos.


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