TERCER TIEMPO: Básquet climatizado

Que el deporte cada vez se perfecciona es innegable. Además de buscar el mayor rendimiento a la hora de correr, saltar, patear una pelota o encestar a través de un aro, se buscan otras cuestiones.
Así se adoptan cada vez más, mayores medidas que también incluyen seguridad y confort. Todo, en resguardo de la actividad, más allá que, cada tanto, sufra salpicones por culpa de quienes se muestran insatisfechos cuando recurren a sustancias tóxicas con la intención de poder dar más.

Los estadios se van tornando más confortables, no sólo para los protagonistas, sino también para los espectadores; las indumentarias se perfeccionan y el tecnicismo juega un valor preponderante.

En estos momentos, se está hablando acerca de la climatización de los estadios donde se juega al básquetbol a nivel profesional (Liga Nacional y TNA). Es una corriente que comenzó a desandar un camino que, inexorablemente, por imposición reglamentaria, desembocará no muy lejanamente, en ese aspecto que, tiene sus explicaciones y razones.

En noches insoportables por el calor y la humedad se juegan partidos que, tienen como participantes a jugadores rentados, cuya integridad física se busca proteger. Desde el tema de la salud, hasta la prevención de lesiones que, se registran por caso, cuando las superficies se tornan resbaladizas por la humedad o el goteo de la transpiración. Y hasta la pelota se torna por momentos inmanejable y así por el estilo.

Esta cuestión que, tiene más aristas y también incluye al aficionado quién, muchas veces no va a las canchas para no sufrir, como se escucha a menudo, comenzó a tomar forma.

Es la hora que las dirigencias de los clubes tomen conciencia y planifiquen esta pretensión que, pareciera estar más cerca que lejos, según los argumentos, válidos por otra parte. Hoy, Formosa disfruta de un estadio moderno, palabra que sintetiza todo y más, merced al dinero del Estado, por lo cual se construyó no hace mucho.

Climatizar un estadio, como techarlo en el caso del fútbol, es una obra relevante y significativa que demandará mucho esfuerzo a las instituciones por el tema económico.

También es cierto que esta actividad mueve mucho dinero, en casos, supera las posibilidades por lo cual hay entidades donde se hace malabarismo o, como en algunos casos, se desiste de continuar mientras otros, descansan en el aporte estatal lugareño. Un tema que está en danza. Y no muy lejano.


Por ROBERTO CAPARA de la redacción