El trabajo cotidiano de sumar valor agregado a la producción hortícola

Es habitual escuchar que la producción hortícola correntina –al igual que otras- producciones de los agricultores familiares, su comercialización se genera sin valor agregado. Esto es el proceso de selección, clasificación y embalaje, es realizado por terceros y no por mano de los agricultores, esto representa un menor precio de sus productos.
Con el fin de revertir esta situación hace más de un año, agricultores de las zonas de Arroyo González, Arroyo Pirayuí y Arroyo Paraíso (departamento de San Roque), conformaron la Asociación de Pequeños Productores Los Tres Arroyos. El grupo nació con un objetivo claro: trabajar en forma asociada para mejorar la calidad de sus productos, buscando darle valor de origen y mejorando los canales de comercialización.

La iniciativa se gestó y concretó junto a técnicos de la Delegación Corrientes de la Subsecretaría de Agricultura Familiar que llevan adelante su labor en la zona. Uno de los resultados concretos de esa tarea fue la construcción de un galpón donde llevan adelante las tareas de empaques, clasificación y embalajes de sus producciones de tomate, pimientos, zapallitos, chaucha, berenjena, pepinos y limones.

“De esta manera comprobamos que el precio es sustancialmente superior porque le hemos agregado un valor agregado. Y sin dudas, el acompañamiento de los técnicos de la Subsecretaría fue fundamental”, dijo el presidente de la Asociación de los Tres Arroyos.

Por estos días, los productores que componen este grupo de trabajo está constituido por 56 socios, quienes hacen uso de estas instalaciones. “Pero también pueden hacerlo aquellos vecinos que no están asociados, pagando un costo mínimo”, aseguró el titular de este núcleo de productores.

Una vez que ha concluido el proceso de embalaje, un camión llega hasta allí para cargar la carga y comercializarla en el Mercado Central de Buenos Aires. “Otro de los beneficios de estar asociados es que se traslada un volumen importante de productos de buena calidad”.

Las expectativas son muchas y las ganas de seguir creciendo también, tanto que de a poco pretenden sumar a los jóvenes que quedan en las comunidades. “Se logró la apertura de una interesante oportunidad para seguir trabajando en nuestros parajes, sólo esperamos que ‘prenda’ la idea entre los chicos que todavía viven acá”, sentenció el presidente.

Días atrás, el coordinador provincial de la Subsecretaría, licenciado Benjamin Leiva, junto a técnicos de la institución, visitaron las instalaciones cuando se desarrollaba una capacitación para jóvenes de esa comunidad, relacionado a clasificación, acondicionamiento y embalajes de frutas. Manifestó que “estas acciones contribuyen a que el agricultor familiar siga apostando a quedarse en el campo y que el propio agricultor con su familia puedan darle el mayor agregado a sus productos y así recibir una mejor retribución”. Ratificó además el compromiso de el organismo nacional de seguir trabajando junto a los agricultores, en el afianzamiento de este proceso de crecimiento.

EXPERIENCIAS EN UNA FERIA
Mucho más que intercambio de semillas en Ramada Paso

Días atrás se llevó a cabo la 4º Feria de Semillas en la escuela Agrotécnica de Ramada Paso (departamento de Itatí) donde representantes de distintas organizaciones que integran el Foro de la Agricultura Familiar e instituciones vinculada al sector, intercambiaron experiencias en distintos tipos de cultivos y semillas.

La actividad fue organizada por la Red Ya Yapó Tapé (Hacemos Caminos), la Subsecretaría de Agricultura Familiar, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Foro de la Agricultura Familiar y el Instituto de Cultura Popular (INCUPO).

Como parte de este encuentro, se llevaron a cabo trabajos grupales en los que se analizaron la importancia de conservar las semillas, cuáles son las distintas técnicas, y cuál es el valor cultural que en sí mismo posee esta iniciativa.

Todos los aportes realizados fueron más que interesantes pero los alumnos de la escuela Agrotécnica sorprendieron gratamente con reflexiones que hacían hincapié en la necesidad de trabajar en la importancia de cuidar y conservar las semillas como símbolo de fuente de vida y de la soberanía alimentaria.

Finalmente, los participantes se comprometieron a seguir trabajando para, de algún modo, garantizar la calidad de la simiente para las futuras generaciones.


GENTILEZA: María Del Carmen Ruiz Días – Prensa Subsecretaría de Agricultura Provincial.-