“San Miguel Bus debe quedarse en Saladas porque es una empresa local”

El reclamo de los vecinos hacia la empresa San Miguel Bus no es nuevo, como tampoco el pedido de la empresa hacia las autoridades municipales para que se le otorgue un aumento, y de esa manera poder cumplir definitivamente con lo pautado en el contrato de concesión. Hasta hace unas semanas atrás ningún concejal opositor quería hablar del trasporte urbano, decían que el pliego se aprobó entre gallos y media noche o que el problema debía solucionarlo el departamento ejecutivo porque fue Alterats quien le otorgó la autorización. Hoy con corte de ruta de por medio todos defendieron a la empresa por ser local pero nadie se acordó la semana pasada de tratar el aumento del boleto o de reunirse con los empresarios para buscar “juntos” una solución al problema que aqueja a muchos usuarios.
Cuando lo que importa son los intereses políticos partidarios se llegan a estas instancias, empresarios locales que se ahogan financieramente y no encuentran eco en las autoridades municipales elegidas a través del voto popular y los vecinos (comunidad) que deben manifestarse cortando rutas e incendiando neumáticos por padecer la falta de madurez de los actores políticos.

Un poco de historia

La crisis de la empresa San Miguel Bus se da en el mes de diciembre cuando desde la Secretaría de Transporte de la Nación se realiza un recorte a nivel país en los subsidios que el estado Nacional aporta a las empresas de transporte. Al subir considerablemente el precio del combustible, más la mantención de las modernas unidades, la empresa no tuvo otra salida que pedir ayuda a las autoridades municipales y comenzar a buscar una solución.

El empresario José Gómez y su hijo Adrián se reunieron en cuatro oportunidades con los ediles oficialistas y en una de las últimas reuniones participó el mismo intendente Daniel Alterats. En la misma se trato el posible aumento del boleto, y aunque había concejales oficialistas que se oponían a ello buscaron conjuntamente con los empresarios salidas momentáneas para paliar la crisis que sufría la empresa.

Siempre se reunieron e inmiscuyeron en el problema los ediles oficialistas, encabezados por Riolfo, Herrero y Encinas, jamás los opositores.

Hace un mes atrás aproximadamente la concejal Natalia Yaya y los suyos enviaron al departamento Ejecutivo un proyecto de comunicación en donde le pedían un detallado informe acerca de que se esta haciendo para salir del precario servicio en el transporte. Alterats, quien está en su derecho, jamás contesto y los ediles opositores se quedaron con eso.

“Enviamos un proyecto de comunicación y estamos esperando nos conteste el intendente”, decían cada vez que alguien les preguntaba por el tema. Mientras tanto los alumnos llegaban tarde a las escuelas o a los adultos se le hacia imposible llegar a horario a sus trabajos porque el problema de los horarios de los colectivos era un verdadero karma.

Tras la acción, la reacción

Pasaron cinco meses desde que la empresa San Miguel Bus comenzó a pedir ayuda a las autoridades. Tras un corte de ruta por un reclamo genuino al que lamentablemente se le anexó tintes políticos “todos” reaccionaron.

Cánticos cambiados de un día para el otro


Hasta ayer en el corte se escuchaban algunas voces que decían, “que vuelva Jacinto” (Jacinto es un reconocido chofer que por más de 30 años se encargó del transporte urbano de pasajeros con la Cooperativa San José) hoy ya todos gritaban, “San Miguel, San Miguel”, pareciera que la situación mirada con otros ojos servía políticamente.

No hay mal que por bien no venga, la empresa recibirá aparentemente un subsidio de combustible por parte del gobierno de la provincia y esto llevara a que cumpla con lo estipulado en el contrato firmado el año pasado.

La pelea por el 2013 ya comienza a dejar heridos, esta vez se cobro dos victimas, la empresa San Miguel Bus y los usuarios que sin saber donde se metían ambos terminaron haciéndoles el caldo gordo a los políticos de turno.