"Lulito", se te va a extrañar

SaladasInforma recibió en horas de la tarde una misiva llena de orgullo, y sobre todo muy emotiva. El señor José Miguel Bonet decidió recordar el esfuerzo, el trabajo y la dedicación del doctor Luciano “Lulito” Pisarello para todos los correntinos. Destacando su lucha inclaudicable y llena de amor a la vida.
Luciano Pisarello, mas conocido como el "Dr. Lulito", acaba de cumplir con esa experiencia muy personal, única e irrepetible, la muerte.

Nacido en Saladas, hijo de Don Constantino Pisarello y Doña Leonida Insaurralde, dos familias patricias y tradicionales de Saladas, en el año 1918

Tuve oportunidad de conversar muchas veces con “Lulito” y siempre me recordaba que un tío político mío le había salvado la vida en su infancia ya que lo curo de una infección me estoy refiriendo a otro medico Saladeño el doctor José Luciano Acuña.

Desde muy joven sintió ganas de aprender a curar para así poder aliviar el dolor de los semejantes, partió rumbo a la Plata, donde con mucho sacrificio, trabajando de enfermero, cuidando pacientes, logra graduarse como medico.

Lulito volvió a su provincia donde ejerció con gran vocación el arte de curar y se lo podía ver hasta hace muy poco caminar las calles de Corrientes o encontrarlo en el Banco de Sangre, siempre con una sonrisa, siempre amable y con todas buenas costumbres que lo caracterizaba.

Ejerció la medicina, no fue un mercader de la medicina, ser medico es entregar la vida a la misión elegida. Si ser medico es no cansarse nunca de estudiar y tener todos los días la humildad de aprender la nueva lección de cada día. Si ser medico es hacer de la ambición nobleza; del interés, generosidad, del tiempo destiempo; y de la ciencia servicio al hombre que es el hijo de Dios. Si ser medico es amor, infinito amor, a nuestro semejante,..Entonces ser medico es la divina ilusión de que el dolor, sea goce; la enfermedad, salud; y la muerte vida, decía Maranon, ese es el fiel retrato de “Lulito”.

En una poesía dedicada a Giner de Los Ríos, Don Antonio Machado, dice, Van tres días que mi hermano Francisco no trabaja. ¿Murió? Sólo sabemos que se nos fue por una senda clara diciéndonos: Hacedme un duelo de labores y esperanzas. Sed buenos y no más, sed lo que he sido entre vosotros: alma. Vivid, la vida sigue los muertos mueren y las sombras pasan lleva quien deja y vive el que ha vivido! Yunques sonad; enmudeced campanas!,el mejor homenaje ,a este medico honesto, a este amigo, es hacer un duelo de labores y esperanzas, ser buenos y cultivar el alma, estoy seguro que Lulito hubiese elegido este legado.

Su ancestral austeridad se antepuso siempre al boato y la pompa, tal vez por eso mismo no llegó a comprender el enorme valor de su persona.-

Muchas veces se ha dicho que vivir en austeridad, humilde y solidariamente, es renunciar a uno mismo. En realidad ello es realizarse íntegramente como hombre en la dimensión magnífica para la cual fue creado.

La sociedad siempre lo distinguió a “Lulito”, el Banco de Sangre lleva su nombre, fue declarado ciudadano ilustre en su ciudad natal y muchos otros reconocimientos.

Su honestidad y el predicar con el ejemplo, fue su carta de presentación, fue un comprometido por las causas justas, milito en la Unión Cívica Radical, partido al que honro, era de aquellos que tenían como condición irreductible que la moral política es la base de todos los progresos y de todas sus formas eficientes.

Hoy Lulito forma parte ya de la galería de saladeños ilustres, se te va a extrañar pero también es cierto que uno muere el día que muere el último que a uno lo recuerda, por ello larga vida Lulito y este fuerte sapucay.-


José Miguel Bonet