¿Por qué se besan los seres humanos?

Existen culturas que no tienen la costumbre de saludarse con un beso, otras que lo prohíben en público y aquellas que usan dos. Un recorrido por la historia del ícono de la pasión y el romance
El beso es una manifestación de afecto entre amigos, es una manera de saludarse, es la forma en que las parejas expresan su amor. Pero pese a que en la cultura occidental actual las manifestaciones de cariño, tanto en público como en privado, sean moneda corriente, existen sociedades que o no conocen el beso en los labios, o, de conocerlo, tienen sanciones que lo vetan.

El beso en los labios "romántico" (no "sexual") es una invención que viene, con toda probabilidad, de las tradiciones medievales de amor cortés. Está impregnado de amor "verdadero". Incluso hoy, la traición o la infidelidad se considera que comienzan con un beso.

Las primeras historias donde aparece el beso romántico, que suelen representar a unos amantes desdichados que rompen las restricciones de la sociedad, son los relatos, leyendas y canciones de trovadores medievales, basadas en la caballerosidad y el amor cortés.

Así quedó evidenciado en el diálogo en que Julieta le dijo a Romeo: "Ahora tienen mis labios el pecado que han tomado de los tuyos". A lo que Romeo respondió: "¿El pecado de mis labios? ¡Dulce reproche! Devuélvemelo". Desde esos principios, el beso y el "amor desdichado" iban de la mano.

Hoy en día, este mensaje se encuentra implícito en todas las historias de la cultura de masas, desde las películas hasta las novelas superventas. El poder del beso furtivo para cambiar la vida de la gente nos empuja inexorablemente a besar.

En la literatura de amor cortés, las mujeres aparecen retratadas como seres "angélicos", no meros objetos sexuales. El beso se concebía como un camino hacia el amor espiritual, no un preludio del sexo.

Resulta sorprendente pensar que el beso podría haber surgido al mismo tiempo como un acto de amor y de desafío contra las costumbres. Sin embargo, desde esa época, besar se convirtió en la acción romántica por excelencia. ¿Hay algo más romántico que dos personas abrazándose, mirándose a los ojos y, como colofón, besándose en los labios?

En ese sentido, sólo cuando el romance concluye, el poder del beso se desvanece. Como vivimos en una aldea global, el beso se extendió por todo el mundo, haciéndose un hueco en tradiciones y tipos de cortejo por doquier. El beso sigue siendo una acción de amor subversiva, y tiene un gran significado, pues provoca una compleja serie de reacciones químicas que potencian los sentimientos románticos y hacen que los actos físicos, como las relaciones sexuales, sean mucho más significativos e íntimos.

A fin de cuentas, todos desean vivir una gran historia de amor, aunque nunca llegue. Y el beso viene a suspender la realidad por unos instantes y procurar que el mundo se vuelva perfecto.