El intendente Noel Gómez prometió transformar Saladas con una cuadra de pavimento por mes y 400 viviendas. Cuatro años después, las calles están rotas, y nadie sabe cuánto costó el fracaso. Una gestión que habló de modernización, pero dejó huellas de improvisación, silencio y despilfarro.
En campaña todo suena posible. En 2021, Noel Gómez recorrió los barrios de Saladas prometiendo 400 viviendas y una cuadra de pavimento por mes. De lo primero, solo se levantaron 15 casas en un barrio que, paradójicamente, lleva su segundo nombre: “San Benito”, ubicado cerca del “Chaquito”. Del pavimento, lo único que quedó fue una estafa: calles rotas, promesas rotas y un manto de silencio que cubre cuánto se gastó del bolsillo de todos los saladeños.
El proyecto estrella fue el “pavimento en frío”, anunciado como moderno, eficaz y rápido. La primera prueba en el barrio Santa Rita fue un fracaso rotundo: tardaron tres meses en terminar una sola cuadra que debía ejecutarse en semanas. Luego vinieron los shows: inauguraciones con discursos, bandas y cortes de cinta. Pero la fiesta terminó cuando la realidad se rompió —literalmente— bajo las ruedas de los vecinos. Nadie explicó por qué.
Las peores escenas del engaño se repiten en la calle Mitre entre Ángel Pisarello e Islas Malvinas, en el barrio San Antonio, en la calle Berón de Astrada entre Bolívar y Florida, en el Centenario, y en Lugones entre Pellegrini y Martínez. Hoy esas cuadras están siendo repavimentadas por Vialidad Provincial con asfalto en caliente, como parte de un paquete de obras que el Gobierno de Corrientes distribuye en año electoral entre sus intendentes aliados. Pero lo más grave es que esa repavimentación implica un doble gasto: el primero mal hecho con fondos municipales, el segundo para tapar el desastre, con fondos provinciales.
El año pasado, los bloques del Frente de Todos y Unión por la Patria pidieron un informe detallado sobre los costos del fallido pavimento en frío. El pedido fue aprobado el 7 de mayo con el respaldo de los concejales Luis Alvarenga y Facundo Rojas. Sin embargo, hasta hoy, no hay respuesta.
¿Cómo se puede hablar de modernización y transparencia si nadie puede decir cuánto costó un pavimento que duró menos que una foto en redes sociales? ¿Dónde están los informes, las auditorías, las explicaciones?
La gestión de Noel Gómez encarna la falta de respeto por los recursos de toda una comunidad. Se gobierna con slogans, se promete con palabras, pero se ejecuta con irresponsabilidad. Saladas no necesita promesas de cartón ni obras para la foto. Necesita verdad, rendición de cuentas y un gobierno que entienda que lo público no es del intendente, sino del pueblo. Hoy los vecinos no solo caminan sobre calles rotas. Caminan sobre una estafa.