Y un día volvió…

OPINIÓN - La realización del Torneo Provincial de Selecciones de Mayores, el reciente fin de semana en la ciudad de Esquina recaló en manos del elenco anfitrión. Luego de 18 años, de no llevarse a cabo una fiesta del básquet correntino de esa magnitud, la Asociación Esquínense de esta disciplina dejó en claro que cuando se quieren hacer las cosas y se encaran las mismas con convicción todo es posible. La Federación Correntina, al mando de Oscar Raúl Espinoza empieza a mostrar cambios para bien y la familia del básquetbol debe confiar y apoyar.
Hay dos cosas bien claras: La capacidad de turismo y hotelera que tiene Esquina permitieron que se solucionen tempranamente los inconvenientes organizativos en tanto al hospedaje de las tres delegaciones visitantes. La otra es que pese a la crisis económica que atraviesa Corrientes, Isaac Torrent (Presidente de la Asociación Esquínense de Básquet) y compañía tuvieron fe en si mismos e importune a las dudas de la realización del torneo dijeron si y lo llevaron a cabo con gran éxito.

El profesor Eduardo Schweizer ya dejó en claro que “no se vió un buen básquet como el que por ahí se espera” y tuvo razón. Tal vez la preparación física inadecuada que tuvieron los cuatro equipos, se quedó evidenciada en el juego y en la situación en que la selección cenicienta del torneo, como lo fue Zona Centro (Saladas, Bella Vista y Empedrado) estuvo a punto de quedarse con el mismo si no fuera por ese mal cierre ante Goya.

La cuestión es que Esquina obtuvo merecidamente el título y ahora tendrá la responsabilidad de ser la base de la Selección Correntina que desde el 4 de agosto buscará su vuelta al Argentino de Mayores 2010.

Deportivamente hablando, este sistema de elección y de un armado de selección es ideal para que Corrientes en un mediano plazo pueda reencontrarse con su propia esencia basquetbolistitca. Que los técnicos que tengan el compromiso de dirigir al seleccionado – como en este caso Schweizer – puedan observar con antelación a los jugadores y sobre todo a los juveniles, ya es un buen síntoma, teniendo en cuenta que así podrá convocar a los mejores e ir viendo los proyectos a futuro.

No cualquier presidente de un organismo deportivo provincial delega con confianza las actividades a su entorno y acompaña a pasos firmes las iniciativas de las asociaciones que la integran. “Cacho” Espinoza cumplió con un trabajo impecable al frente de la Federación Correntina en estos primeros meses de gestión.

El mismo Espinoza señalaba en el acto apertura efectuado en el estadio “Pebete Benítez” (Santa Rita) el sábado: “Saladas está volviendo a lo que era antes, lo demostró con la realización del torneo U-15, fuimos al Regional de Misiones y obtuvimos un meritorio segundo puesto, hoy nos congregamos aquí para luego de 18 años vivir una fiesta hermosa con los seleccionados mayores, se nos viene el U-19 en Capital, el U-17 también aquí (en Esquina), el U-13 en Curuzú Cuatiá y en medio de ello, muchas actividades pensadas para que el básquet correntino recupere el prestigio que siempre lo caracterizó”.

Son conceptos lo suficientemente bastos, como para darse cuenta que el poder adquisitivo no es excusa para no competir y dejar sin posibilidades a los chicos, que en la atmosfera del básquet provincial “todos conocen a todos” y hay que seguir unificando criterios para que sigan progresando las cosas y que si el Gobierno (a través de su Dirección de Deportes) no piensa apoyar a este deporte, hacer ver cuan mal lo hace.

LA HOSPITALIDAD ESQUÍNENSE
No se puede soslayar la forma en que tanto el presidente de la Federación Correntina de Básquetbol “Cacho” Espinoza, Isaac Torrent que es el máximo referente de la asociación local, ambos acompañados por un gran grupo de colaboradores han recibido a las delegaciones visitantes y a su vez a la prensa que también cumple un rol fundamental en esto.

Dos días a puro básquet y reencuentros, por que los amigos de este deporte tan hermoso – los viejos y los nuevos – se volvieron a ver para enfrentarse dentro de la cancha, pero para el momento de sacarse la camiseta estrecharse en un abrazo, entre chiste y chiste, compartir un almuerzo o una cena, pasear por la hermosa costanera y hablar de todo.


Por Cesar González Francini