Durante semanas el intendente Noel Gómez intentó responsabilizar a la oposición por la demora en la aprobación de las Becas Estudiantiles 2025. Sin embargo, la realidad expone otra historia: falta de documentación, errores presupuestarios y una clara maniobra política que terminó cayéndose por su propio peso.
La reciente aprobación por unanimidad de la Ordenanza Nº 00520/25, que establece las Becas Estudiantiles Municipales para el ciclo 2025, dejó al descubierto una serie de irregularidades e intentos de manipulación política por parte del Ejecutivo municipal, encabezado por el intendente Noel Gómez.
Durante varias semanas, Gómez y su entorno buscaron culpar a la oposición —tanto a los concejales del Frente de Todos, como incluso a ediles radicales y hasta al vice intendente— por la supuesta demora en la aprobación del proyecto. Pero la verdad es otra: nunca hubo oposición al programa de becas, sino un reclamo concreto para que se cumplan las normas vigentes y se garantice la transparencia en el uso de los fondos públicos.
Desde el bloque del Frente de Todos se exigía información básica y necesaria que el Ejecutivo no enviaba, como la lista de beneficiarios de 2024 que continuarían recibiendo la beca en 2025. Además, desde la Comisión de Cultura —presidida por la concejal Sandra Vallejos— tampoco se incorporaban artículos fundamentales, como la autorización expresa para que el intendente realice los giros de partidas presupuestarios. Cabe destacar que el presupuesto presentado por el mismo Gómez para el programa era inferior al monto necesario para cubrir a todos los becados.
Otro punto de discusión fue la forma en la que el municipio venía pagando las becas. Según la Ordenanza 00007/14, las mismas debían abonarse de marzo a diciembre, es decir, 10 meses. Sin embargo, durante 2023 y 2024, el Ejecutivo abonó solo de abril a diciembre, omitiendo un mes por cada estudiante, en clara contradicción con la normativa vigente.
Este punto fue expuesto con claridad por el concejal Fabio Moreira en la sesión pasada, quien planteó: “Si no van a pagar los 10 meses como corresponde, entonces deroguen el artículo y hagan las cosas bien”. Y eso fue lo que finalmente sucedió: el artículo 2 de la ordenanza 00007/14 fue derogado, legalizando una decisión política del intendente que ya venía aplicando de hecho, sin respaldo legal.
Finalmente, se aprobó el listado de 65 becarios que continúan del 2024 y se incorporaron 35 nuevos beneficiarios para 2025, totalizando 100 estudiantes. El Concejo también autorizó al Ejecutivo a realizar las modificaciones presupuestarias necesarias, corrigiendo así el desfase generado por la mala previsión del propio intendente.
Lo cierto es que la oposición jamás se opuso a las becas ni trabó el proyecto. Solo pidió que las cosas se hicieran como corresponde, respetando la normativa y garantizando los derechos de los estudiantes. El tiempo les dio la razón, y lo que parecía una estrategia para embarrar la cancha, terminó siendo una muestra más de la falta de planificación y transparencia de una gestión que, una vez más, buscó esconder su responsabilidad detrás de discursos vacíos.